Seguramente vos también lo hayas escuchado o quizás ya lo sabes, aunque tal vez nos toque siempre recordárla: “ Para amar a tu pareja, primero tienes que amarte a vos mismo.”
La relación más importante de la vida, de tu vida, es la que mantienes contigo mismo. Sin embargo, es la que casi todos nos hemos saltado o a la que menos atención hemos apretado atención: Mantener una relación interior, un diálogo contínuo.
Amarse también es una busqueda y un hallazgo; Por la manera de tratarnos a nosotros mismos. Podemos, o no, hablarnos de forma respetuosa, cuidar o aceptar nuestro cuerpo, nuestro entorno, ser exigentes o críticos, confíar en nosotros mismos, sentirnos merecedores de todo lo bueno qur tiene la vida, etc. Si somos consciente de ello, podemos elegir y cultivar qué tipo de relación queremos mantener con nosotros mismos; Sabiendo que el resto de relaciones estarán profundamente condicionadas por ésta elección.
Durante mis años de noviazgo aprendí que si vas por una relación con respeto, que halla comunicación, espacio; Donde se aprende uno del otro estás en la mejor dirección.
Eso sí, que el amor sea mutuo. No vale que te hagas mala sangre o ilusiones con alguien que no te ha eleguido; Y por terminar, nunca, pero nunca te canses de dar amor. Tienes la habilidad o responsabilidad de amar. Por que aunque te rechacen o te rompan el corazón el verdadero y único amor está dentro de vos. Vos serás tu propio amor.
Miguel Quintana.
¡Un abrazo!
Y hasta la próxima!
Texto escrito en el libro: Amor, fuego y pasión
Comentarios
Publicar un comentario